Se van tomando decisiones. Algunas importantes, otras menos. Y en el camino se van dejando atrás un montón de situaciones, personas, afectos, lugares, etc. Algunas de ellas nos generan nostalgias y aunque seguramente tenemos la convicción de haber tomado una buena (o correcta) decisión, siempre hay cosas que quedan dentro de uno que nos hacen recordarlas y no poder olvidarlas facilmente. Con este collar trabajé en este concepto, donde una historia cualquiera queda perpetuada en nosotros aunque nuestra mente quiera dar por superado aquello que nos dejó una marca.
La joyería contemporánea es una de mis maneras de expresión. En este caso se trata de piezas con las que pretendo transmitir vivencias, percepciones, sensaciones, emociones, sentimientos, y ese sinfín de eventos que nos suceden por estar vivos, donde me animo a subir a la cumbre de la imaginación y bajar al abismo del alma.
Para mi hacer joyería es un modo de escapar de la realidad. Es la manera que encontré para tratar de mantener algo de cordura y poder sobrevivir a este mundo tan extraño que nos tocó vivir. Transmitir algo y poder expresarme. Hacer joyas con alma.
"Creo que todos tenemos un poco de esa bella locura que nos mantiene andando cuando todo alrededor es tan insanamente cuerdo" - Julio Cortazar
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